11/27/2013

La Tombe d'Albert Lacroix

"Né à Bruxelles le 9 octobre 1834, Albert Lacroix entre dès 1855, après des études non terminées en Philosophie et Lettres puis en Droit à l’Université libre de Bruxelles, dans la maison d’édition de son oncle François-Joseph Van Meenen qui avait acheté une imprimerie non pas pour en tirer de l’argent mais pour propager les idées libérales et démocratiques. Il y donne une impulsion nouvelle avant de fonder en avril 1861 avec quelques associés, parmi lesquels son ami Hippolyte Verboeckhoven (1827-1883), fils du peintre animalier Eugène Verboeckhoven, la maison d’édition et de librairie A. Lacroix, Verboeckhoven et Cie."
La suite de la longue notice de Philippe Landru sur Lacroix se trouve sur le site du très utile (pour les biographes et les généalogistes) Cimetières de France et d'ailleurs.

11/16/2013

La Chambre de Lautréamont publié en espagnol

El cuarto de Lautréamont

Editores: Edith & Corcal. Editorial Sins Entido, 2013. 19,5 x 26,5 cm. Color. 136 páginas. 20,90 €


«¿Se imaginan una novela gráfica olvidada por el tiempo que languideciera en un olvidado desván? ¿Se imaginan que un golpe de suerte la hiciera llegar a las manos de una dibujante sensible y arrojada? Este es el verdadero comienzo de esta obra. A partir de aquí, su compromiso y la pasión de un editor han sido capaces de devolverla a su verdadero sitio: el corazón de los lectores.

Este esfuerzo tiene mucho de homenaje. De hecho, hay quien se refieren a este relato sobre el París de finales del XIX como la primera novela gráfica de la historia. Y quizá sólo por eso mereciera la pena leer El cuarto de Lautréamont. Pero no es verdad. Hay que leerla porque es un relato poético y misterioso que escapa de la cárcel del tiempo. Porque conecta nuestro espíritu con el de aquellos que vivieron, pensaron y amaron entonces. Porque consigue atraparnos para hacernos deambular por calles, pasajes, plazas que ya no existen nada más que en la memoria de los libros. Y sobre todo, porque nos recuerda que para vivir, hay que saber dejarse llevar por las emociones. Cuando se pasa la última página, le quedará el agradable regusto de haber compartido unos instantes de historia.»
HÉCTOR G. OLARTE | Publicado el 29/10/2013 elcultural 

Merci à Jorge Segovia, MALDOROR ediciones, http://www.maldororediciones.eu